Si se atiende a las posibilidades que el color despliega al servicio de la composición de la forma arquitectónica, pueden establecerse tres grupos de estrategias cromáticas: El color como estrategia para interferir en la percepción de las propiedades visuales de la forma, el color como estrategia para la descripción del objeto arquitectónico y el color por su valor intrínseco.

La investigación de las estrategias plásticas en la composición cromática de la arquitectura contemporánea supone atender al color como un medio plástico que se pone al servicio de determinadas intenciones arquitectónicas. En este apartado no se estudian los fines, los objetivos; sino las estrategias, los medios. Se investigan las propiedades visuales y las reglas de composición de la forma arquitectónica junto con los colores que la acompañan. Se trata de estudiar las posibilidades que concede el color como herramienta a favor de una determinada intención compositiva y para reforzar una determinada disposición de los elementos de arquitectura.

En este apartado se atiende al color desde un punto de vista “formal” (morfológico); buscando un análisis que pueda servir como ayuda a la práctica profesional del arquitecto. Se atiende a las capacidades que el color ofrece como medio plástico para la arquitectura a partir del conocimiento de algunos de sus aspectos que son invariantes y conforman las reglas de su gramática y su sintaxis.