Disposiciones de colores inestables
Es posible que al observar una determinada arquitectura parezca que se transforma cromáticamente sin que en realidad se estén produciendo cambios en las condiciones lumínicas ni en las circunstancias físicas del objeto coloreado. Se trata de disposiciones cromáticas inestables en las que la composición del color en la arquitectura resulta muy compleja y difícil de aprehender, de modo que se percibe como si mutara constantemente. No es que el color deje de ser consistente o vea alteradas sus propiedades cromáticas, sino que la composición general en la que se dispone resulta inestable. Se tiene la sensación de que nunca se está dos veces ante la misma composición cromática. Esto es propio de algunas composiciones de color de las arquitecturas fragmentadas, y de aquellas que recurren al pixelado de colores en lugar de al empleo de un color homogéneo. En general son casos de coloraciones a base de pequeños fragmentos muy numerosos y variados de color que no responden a ningún orden compositivo evidente.
Physichromie, obra instalada en la plaza de Venezuela. Carlos Cruz-Diez, Paris,1976-1978
Cromoestructura, cubierta de la pasarela de la gare. Carlos Cruz-Diez, Saint-Quentin-en Yvelines,1981
Cromoestructura, cubierta de la pasarela de la gare. Carlos Cruz-Diez, Saint-Quentin-en Yvelines,1981
La inestabilidad cromática puede manifestarse también mediante la incoherencia entre su verdadera naturaleza y la imagen visual que transmite una determinada arquitectura. En este caso no se trata propiamente de arquitecturas que cambien su color con el tiempo, sino que se trata de arquitecturas que desde el momento inmediato a su construcción manifiestan una contradicción, una inestabilidad. Los colores permiten una transformación, una adaptación a un nuevo estado formal que entra en conflicto con la auténtica geometría de la arquitectura, y cuya incoherencia se manifiesta durante toda la vida del edificio. Para ello se emplean las estrategias plásticas destinadas a alterar la percepción de la geometría del objeto.
Los arquitectos Sauerbruch & Hutton describen también la inestabilidad de sus disposiciones de color que parecen avanzar y retroceder respecto de las superficies de acabado como si de colores transparentes se tratara. El color se desvanece y se convierte en un elemento inmaterial, se des-materializa siguiendo los principios perceptivos descritos por J. Albers y adquiere una posición espacial virtual.
“(…) para crear esta especie de transparencia espacial, a menudo empleamos el color, una manera extremadamente simple de poner en cuestión las condiciones visuales del espacio. El color es capaz de crear espacio en una superficie lisa, como una pantalla. La investigación llevada durante toda su vida por Joseph Albers es un buen ejemplo de esto. Parece posible disolver las leyes de la perspectiva empleando áreas de color en un espacio donde el color y la tonalidad desarrollan su propia profundidad. El juego de estas fuerzas genera un nuevo tipo de espacio en el que los espacios óptico y físico oscilan de forma virtual, el tipo de espacio que pone en cuestión las expectativas espaciales y el modo habitual de observar las cosas. Si te unes a este juego como espectador, te obliga a construirte tu propia experiencia: ya no es suficiente una mirada hacia las cosas de un modo convencional; tienes que entender el espacio con tu propia inteligencia y fantasía, con todo tu cuerpo.“ (Sauerbruch Hutton Architects, Sauerbruch et al., 2006)
L House, Sauerbruch & Hutton, Londres, 1992.
L House, Sauerbruch & Hutton, Londres, 1992.
_____________________________________________________________________