Transformaciones en la fuente luminosa
La percepción del color depende inevitablemente de la naturaleza de la fuente lumínica que incide sobre una superficie coloreada, así como del ángulo de inclinación de los rayos lumínicos respecto del objeto y el observador.
Estadio Alianz Arena, Herzog y de Meuron, Munich (Alemania), 2005.
Esta circunstancia ha sido evidente en toda la arquitectura construida desde la antigüedad, que ha visto alterados sus colores a medida que evoluciona el día, a medida que cambian las condiciones atmosféricas o el ángulo de incidencia solar.
El artista Alain Bony, a propósito del trabajo que desarrolla para la firma de arquitectura Jean Nouvel, comenta la importancia que las condiciones lumínicas tienen en la experimentación de su trabajo artístico:
(…) Intentamos incansablemente crear un trabajo artístico a escala del edificio para ser experimentado espacialmente bajo los cambios de la iluminación natural y la iluminación artificial” (Bony, 2009).
Las nuevas tecnologías de iluminación artificial han posibilitado que estos cambios que durante el día se producen de una manera progresiva y lenta, lo puedan hacer a gran velocidad durante la noche. En los últimos años han proliferado los edificios que transforman su aspecto público con el paso de la luz natural del sol a la luz artificial de la noche, evidenciando una notable transformación.
Es el caso de edificios con lámparas luminosas que pueden cambiar fácilmente la naturaleza cromática de la luz que emiten llegando hasta convertir el edificio, en ocasiones, en un simple fondo neutro sobre el que se proyectan las disposiciones cromáticas más variadas. Tal es el caso de la iluminación para la torre del hotel Burj Al Arab en Dubai (Emiratos Árabes Unidos, 1994-1999). El edificio es obra del arquitecto Tom Wright y el proyecto cromático pertenece a Mark Major (1970-).
Torre Burj Al Arab, Tom Wright, Dubai (Emiratos Árabes Unidos), 1994-1999.
Selimex office building, Latsch. Werner Tscholl, Latsch, South Tyrol (Italia). Reflejo de la fachada.
Selimex office building, Latsch. Werner Tscholl, Latsch, South Tyrol (Italia). Reflejo de la fachada.
Otras veces la iluminación artificial es convencional (luz blanca) pero se dispone en el trasdós de una fachada de vidrio coloreado. Según el acabado de este material, puede ocurrir que durante el día la fachada se perciba como un aplacado coloreado casi opaco, mientras que por la noche se transforme en una gran luminaria de color. Este efecto es el que se ha conseguido en la fachada del edificio milanés Stecca, antigua Area dei Frogoriferi, obra del equipo de arquitectura italiana 5+1 AA.
Las condiciones de iluminación durante el día pueden ser transformadas, así mismo, mediante el empleo de diferentes elementos móviles. Tal es el caso de las lamas de protección lumínica, profusamente empleadas durante la modernidad hasta nuestros días, capaces de modificar la intensidad y el ángulo de incidencia de la luz solar, y en consecuencia, el color percibido. La Torre Agbar de Jean Nouvel en Barcelona es un ejemplo en el que ligeros cambios del ángulo de incidencia del sol, gracias a la disposición de una piel de lamas de vidrio exterior, alteran la percepción del color propio de las piezas metálicas interiores, que son las que están realmente coloreadas.
Otras veces la luz natural que penetra en el espacio interior se ve transformada y coloreada al atravesar algún material transparente intermedio pigmentado: vidrios coloreados, visillos, juegos de lamas coloreados, etc. La sensación de mutabilidad en el espacio interior se agudiza porque las superficies que poseen color se ven iluminadas, a su vez, por luces coloreadas que varían con las horas del día. Este efecto se observa, por ejemplo, en el Centro Fotónico (Berlín 1995-1998), diseñado por Sauerbruch &Hutton, cuyo interior se ve fuertemente coloreado por la luz que penetra a través de los juegos de persianas de colores de la fachada.
Centro Fotónico (Berlín 1995-1998), Sauerbruch &Hutton.
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