Conjunto residencial Broëlberg

Conjunto residencial Broëlberg Annette Gigon & Mike Guyer Architects Kilchberg (Suiza), 1990/ 96. Autor del proyecto cromático: Harald F. Moller

Conjunto residencial Broëlberg
Annette Gigon & Mike Guyer Architects
Kilchberg (Suiza), 1990/ 96.
Autor del proyecto cromático: Harald F. Moller

Kilchberg (Suiza), 1990/ 96
Annette Gigon & Mike Guyer architects
Proyecto cromático: Harald F. Moller

1 Descripción física de las partes con interés cromático

Gamas de colores empleadas

El conjunto edificado consta de dos bloques de pisos y una hilera de cuatro casas adosadas que cierran un patio interior construido sobre un aparcamiento. Las fachadas que dan al exterior se han recubierto con un enlucido marrón grisáceo poco cromático y ligeramente oscuro, mientras que las fachadas interiores tienen un color naranja, muy cromático y de luminosidad media. Ambas gamas de colores resultan muy contrastantes por su diferencia de cromatismo y luminosidad. No existen transparencias ni superposiciones de color que resulten significativas. No obstante, cuando se observa el conjunto desde el exterior y dependiendo del ángulo de observación, existen simultáneamente pequeños fragmentos de fachadas pintadas de naranja junto a las extensas fachadas marrones.
Las ventanas presentan un recercado de aluminio lacado en color blanco que las distingue del plano de fachada.

Superficie que ocupan

Los colores más significativos del conjunto se encuentran en las fachadas exteriores de las viviendas, tanto en aquellas que se observan desde largas distancias (marrones), como aquellas que cierran un patio interior (naranjas). Los ventanales presentan unos recercados perimetrales de color blanco.

Tintas planas/ degradadas

Las tintas empleadas son planas en todos los casos. Es decir, no se observan variaciones de tono, valor ni croma a lo largo de la extensión de la superficie coloreada.

Material revestido/ sin revestir

Los colores corresponden con los enlucidos exteriores, que en la historia de la arquitectura habitualmente estaban coloreados mediante la introducción de pigmentos en masa, de modo que no resulta oportuno hablar de colores distintos a los propios del material. No obstante lo anterior, era difícil encontrar en el pasado unos colores naranjas tan cromáticos como los de las fachadas interiores, lo que sugiere cierta artificialidad, por tratarse de un color propio de la era digital.
No se observan materiales dispuestos con intención de manifestar su propia textura o color natural.

Color interior/ exterior

La propuesta cromática corresponde principalmente al exterior de la arquitectura.

2 Contexto cultural

Poética del autor del proyecto cromático

Gigon y Guyer consiguen aunar el rigor del minimalismo, su empeño reductivo y esencialista, con una cierta vinculación al contexto, a sus colores y texturas. Este diálogo con el entorno pretende recoger lo fundamental del mismo sin recurrir a estereotipos o a sus aspectos más triviales. La suya es una arquitectura que acierta a alcanzar cierto equilibrio entre abstracción formal y figuración tectónica y el color desempeña un papel decisivo en ello.

3 Estrategias plásticas

3.1. El color para interferir en la percepción visual del objeto

Geometría

Mimetismo/ individualización (con relación al entorno)

Los colores empleados en las fachadas exteriores se vinculan con el paisaje del entorno de carácter agrícola, de modo que puede hablarse de cierto mimetismo con el entorno. Los colores empleados en el patio interior, sin embargo, contrastan violentamente con el cielo azul contra el que se recortan, y sugieren artificialidad e individualización respecto al entorno. El patio interior pretende generar su propio paisaje artificial, pretende ser un universo diferenciado, acotado, que el arquitecto W. Wang califica como “hedonista”:

Las fachadas que dan al exterior se han recubierto con un enlucido marrón grisáceo, mientras que las fachadas enfrentadas tienen un color naranja, casi rosa salmón: así, el marrón terroso relaciona el conjunto con sus alrededores más cercanos, caracterizados por tranquilos campos de labranza y construcciones agrícolas, y el naranja alude al artificio y al placer hedonista. (Wilfried Wang en Wechsler, 2004)

Los propios arquitectos autores describen el espacio interior del patio como un “espacio exterior con carácter interior”. Este patio se distingue cromáticamente de las fachadas exteriores, las cuales unifican las distintas piezas de viviendas y las vinculan al paisaje exterior. El color es la estrategia adecuada para conseguir tales propósitos:

“Los volúmenes crecen a partir de un basamento común y forman un ‘espacio exterior con carácter interior’. Vistos desde fuera, los volúmenes de los edificios, idénticos en su color, se funden en un complejo volumen global con incisiones diferenciadas a través de las cuales el interior, pintado con los colores opuestos, brilla hacia fuera”. (Mike Guyer en (Wechsler, 2004)

Integración/ Desintegración (con relación a las partes componentes)

A nivel global, el hecho de emplear el mismo color en todas las fachadas exteriores, unifica las distintas piezas de viviendas que se perciben de modo conjunto, integradas en una misma unidad.
No obstante, a nivel individual de cada prisma de viviendas, se observa que los colores empleados en sus fachadas orientadas al interior del patio son distintos de aquellos que se orientan al exterior. De modo que el color se emplea como estrategia de desintegración de las caras que componen dicho. Las fachadas pasan a identificarse como planos, hasta cierto punto independientes y plegados. El volumen cede su rotundidad formal a favor de las fachadas. El arquitecto Wilfried Wang califica las fachadas como “pieles”, lo que se vincula con la intención moderna de manifestar la independencia estructural de la fachada. Ciertamente esta es la sensación que se consigue al colorear las fachadas de modo desigual:

“El enlucido de colores, desarrollado en colaboración con el artista Harald F. Müller, y la disposición relativamente casual de las ventanas refuerzan el carácter de piel que tienen las paredes, una versión actual de la fachada libre con su ventana corrida.” (Wilfried Wang en Wechsler, 2004)

Las ventanas en posición desordenada y a la vez enmarcadas en un gran recerco de color blanco, sugiere que se trata de cuadros colgados sobre una pared lisa, lo cual refuerza el tratamiento de la fachada como si de una piel se tratara.

Distorsión geométrica

No parece que exista ninguna intención cromática de alterar la percepción de la geometría de la forma arquitectónica.

Dimensión:

No se observan disposiciones cromáticas que alteren de modo relevante la percepción de las dimensiones de la arquitectura.
No obstante, se puede señalar que el empleo de un color naranja tan saturado en el patio interior delimita con mucha rotundidad su perímetro y puede dar la sensación de que es más pequeño de lo que realmente mide. Los planos naranjas tienden a aproximarse perceptivamente al observador. En el diseño a primado el carácter artificial y contrastante de este patio interior y no la intención de dotarle de mayor espacio, para lo cual se habría tenido que recurrir a otros tonos más azulados y de menor saturación.

Peso:

La fachada exterior marrón se encuentra en sus aristas verticales con fachadas perpendiculares de tonos blancos y naranjas. Esta ruptura en su continuidad cromática reduce el peso visual del conjunto, que parece estar formado por planos plegados, y no por grandes volúmenes pesados.
3.2. El color como estrategia para la descripción del objeto arquitectónico

El color participa en la descripción de las intenciones compositivas del conjunto, ya que distingue el exterior del interior. El color diferencia dos espacios que se pensaron para resultar muy contrastantes entre si: el patio interior abierto, pero artificial y acotado, frente al volumen general, observado desde el exterior, que se integra en el paisaje circundante y natural.

“La estructura de un edificio y su superficie nos interesan fundamentalmente como elementos mutuamente dependientes (…) La mayor escisión entre las cualidades materiales del interior y el exterior se da en Kilchberg, donde nos apoyamos en el tema de la cualidad epidérmica de la construcción de la fachada y en su distanciamiento mediante el color” (Annette Guyer en Wechsler, 2004).

3.3. El color por su valor intrínseco

Independientemente de otras intenciones manifestadas, el color se emplea por su propio interés plástico. Cuando se observa desde el exterior, las amplias fachadas de color marrón contrastan con pequeños fragmentos de fachadas naranjas correspondientes al interior, resultando equilibrados visualmente. El naranja introduce cierta tensión y a la vez resulta un balance adecuado, atendiendo exclusivamente a criterios cromáticos.

4 Intenciones

Manifestadas por otros autores en relación con esta obra

“Como composición global, el conjunto transmite al mismo tiempo orden y relajación. En esta aparente oposición de actitudes sintácticas -podría hablarse de una ‘paradoja sintáctica’- que radica una vez más en esa cualidad multicolor. Sin embargo, un examen minucioso revela que la jerarquía de tal oposición es importante y confiere valor a esa cualidad. Lo primero es el orden y lo segundo es la relajación. El marco general del conjunto en forma de U, ligeramente asimétrico, marca la pauta. Inicialmente llaman la atención el recinto y cada una de las fachadas; y luego vienen los perfiles quebrados de las cubiertas, las ventanas con diferentes tamaños y posiciones, y otros detalles singulares del interior. A partir de esta jerarquía de oposiciones en ciertos aspectos del diseño, se puede hablar de la cualidad del minimalismo multicolor” (Wilfried Wang en Wechsler, 2004).

5 Bibliografía y origen de las imágenes

Wechsler, Max. Adrian Schiess. Farbräume, Zusammenarbeit Mit Den Architekten Herzog & De Meuron Und Gigon/Guyer 1993-2003. [Adrian Schiess. Colourscapes. Co-Operation with the Architects Herzog & De Meuron and Gigon/Guyer 1993-2003]. Ed. Quart Verlag. Lucerna, 2004. pp. 72. ISBN: 3-907631-38-2.

Ursprung, Philip. “Lipstick Traces.” Deutsche Bauzeitung, 1997 Nov., v.131, n.11, p.64-69.

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