El empleo de materiales con un acabado capaz de reflejar imágenes, como el vidrio, el espejo, o las superficies muy satinadas, permite cambiar continuamente el aspecto visual del color, que queda desdibujado. En la percepción del color de un edificio que incorpora reflejos se superpone el color real del material con el de la imagen reflejada, la cual se encuentra siempre en continuo cambio. Por eso su percepción es ambigua, continuamente cambiante, sometida a un proceso de constante transformación.

Hotel Puerta America. Jean Nouvel, Madrid, 2005. Suite.

Hotel Puerta America. Jean Nouvel, Madrid, 2005. Suite.

La imagen reflejada no es fija porque cambian las condiciones de iluminación a lo largo del día y porque depende de la posición relativa del observador. Si el observador cambia de posición la imagen reflejada cambia con él, son dependientes. De modo que aquí se suman las circunstancias de ubicación de cada observador con las infinitas variables que introducen cambios cromáticos en el paisaje: la climatología, la iluminación exterior, los vehículos, las personas, etc.

Estadio de Lasesarre, Baracaldo Sondika, Eduardo Arroyo (Nomad Arquitectos), Vizcaya (España), 2001.

El reflejo es siempre una imagen especular de una realidad que está fuera y de la que el edificio se apodera. En este fenómeno interviene una estrategia plástica de mimesis con el entorno mediante la cual la arquitectura se “recubre” con una nueva naturaleza, se confunde con su contexto o se difumina con el paisaje, aunque sólo sea en parte. El reflejo integra lo otro, lo que está más allá, lo ajeno, lo contingente.

Kuppersmuhle Museum, Herzog y de Meuron, Duisburgo (Alemania), 1999.

El fenómeno especular depende también de la diferencia de intensidad lumínica que exista entre el espacio exterior y el interior. Según el valor de este gradiente, la reflexión se produce en un sentido u otro (reflejándose el exterior o bien el interior) y adquiere mayor o menor nitidez, ampliando considerablemente las posibilidades expresivas de este recurso plástico. Posiblemente sea Jean Nouvel el arquitecto contemporáneo que incorpora los reflejos de una manera más habitual y personal.