Objetos coloreados transformables

Un recurso que se emplea a menudo para transformar con facilidad el cromatismo de un edificio, consiste en disponer los colores significativos sobre elementos aislados que puedan ser reemplazados con facilidad.

Es el criterio adoptado por mucha arquitectura minimalista o High Tech, que dispone un fondo neutro en el que los objetos portadores de color son secundarios de la arquitectura: elementos textiles, mobiliario, obras de arte, etc. El inmueble posee colores inmóviles y la transformación cromática se posibilita gracias al mobiliario móvil.

Museo Kirchner en Davos, de Gigon & Guyer.

Museo Kirchner en Davos, de Gigon & Guyer.

 

Oficinas Ricola, Herzog & de Meuron.

Oficinas Ricola, Herzog & de Meuron.

La arquitectura dispone un fondo a modo de escenario en el que se despliegan disposiciones cromáticas fácilmente transformables. Pueden ser las propias personas con sus ropas de color quienes coloreen el interior de un espacio público: un teatro, un estadio, etc. Puede tratarse de las obras de arte en un espacio expositivo las que “pintan” el interior de color (p. ej. El museo Kirchner en Davos, de Gigon & Guyer). Puede tratarse de los elementos textiles (p. ej. las oficinas Ricola de Herzog & de Meuron) o los muebles (p. ej. la casa Farnsworth de Mies van der Rohe) que se apropian de un espacio que no estaba definido cromáticamente con antelación, etcétera.

En estas disposiciones, los arquitectos liberan a la arquitectura de una reflexión en torno al color. El colorido será el resultado de la casualidad o de una serie de circunstancias ajenas al pensamiento del arquitecto. Se trata de una transformación cromática por omisión en la que se asumen las posibilidades de cambio no programadas y se permite que una realidad múltiple contamine con su colorido múltiple.

Existen algunas ocasiones en las que el arquitecto fuerza esta variedad cromática para que su composición no dependa exclusivamente del azar. La composición anticipa una disposición cromática que se espera que se produzca. Es el caso de algunos lugares de espectáculo, como el estadio de Baracaldo del estudio español de arquitectura Nomad, en el que se disponen las butacas del graderío con una distribución aleatoria de colores. De este modo, aunque no exista suficiente público, se tiene la sensación de un colorido irregular y azaroso propio del estadio cuando se encuentra lleno en su totalidad.

Estadio de Lasesarre, Baracaldo Sondika, Eduardo Arroyo (Nomad Arquitectos),  Vizcaya (España), 2001.

Estadio de Lasesarre, Baracaldo Sondika, Eduardo Arroyo (Nomad Arquitectos), Vizcaya (España), 2001.

Otros elementos coloreados fácilmente sustituibles se han incorporado a la arquitectura contemporánea gracias a los sistemas de impresión digital de gran formato, que han incrementado exponencialmente el número de ejemplos de edificios que, siguiendo la expresión de R. Venturi, se comportan como un tinglado decorado neutro al que se le aplican símbolos por mediación del color (Venturi, Izenour et al., 1998). Fachadas convertidas en reclamos publicitarios de vivos colores y fácilmente reemplazables invaden muchos de los museos y edificios públicos de las principales ciudades europeas. Son habituales los materiales de acabado de origen plástico, textil o vinílico, con una elevada resistencia a la intemperie tanto del soporte como de las tintas empleadas. En otras ocasiones es la propia fachada la que incorpora una pantalla digital de gran tamaño que proyecta imágenes coloreadas y cambiantes. Todos estos sistemas representan el triunfo de algunas de las aspiraciones del movimiento pop de los años cincuenta.

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Venturi, Robert; Izenour, Stevenand Brown, Denise S. Aprendiendo De Las Vegas: El Simbolismo Olvidado De La Forma Arquitectonica. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1998. pp. 228. ISBN: 8425217490.

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